OPINIÓN: APROPIÁNDONOS DE LO CULTURAL CON LOS NIÑOS Y NIÑAS
Dra. Sandra Castro Berna, Académica Escuela de Educación Parvularia, Universidad Católica del Maule.
Este año, no pudimos visitar los lugares que se abrieron para compartir el Patrimonio Cultural de nuestro país, pero no nos quedemos con ello y nutrámonos desde nuestros hogares con las evidencias de la historia, hechos, costumbres y creencias, junto a la memoria de elementos materiales e inmateriales. Ya que a lo largo de la historia los seres humanos, han dejado diversas manifestaciones, las cuales a la fecha nos ayudan a entender cómo era la vida en ese entonces.
Una de las formas de transmisión de la herencia cultural fue y ha sido la trasmisión oral, que se da entre las generaciones, con relatos valiosos para la subsistencia de la identidad de la cultura, a través de las narraciones o del modelamiento de determinadas prácticas socio-culturales. Ya que la cultura y el patrimonio de los pueblos deben ser difundidos para que sigan vigentes; su existencia y vitalidad dependen de la práctica de las personas.
Nuestro país es abundante en tradiciones, las que han permanecido en el tiempo, se siguen practicando con el mismo fervor, y otras han sufrido modificaciones por los cambios que ha tenido constantemente la sociedad. En la contingencia, podemos utilizar una de la alternativa que nos ofrece la tecnología, las visitas virtuales:
Si navegamos en Internet encontraremos museos nacionales para visitar, galerías de pinturas, teatro, cine, fotografía, entre tantas otras opciones. También podemos visitar en YouTube videos de celebración a nivel local, regional y nacional, como las fiestas de la vendimia y las mingas en Chiloé, el año nuevo mapuche.
Para quienes quieran indagar sobre la fe que profesamos los chilenos, podremos encontrar eventos de religiosidad popular, en fiestas o celebraciones a nivel nacional o en las diferentes zonas del país como: fiesta de la Virgen de la Tirana, San Sebastián de Yumbel, paseo de San Pedro, la Cruz de Mayo, Santa Rosa de Pelequén, actividades del día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, entre otras.
Mientras que para los que disfrutan de la música y vibran con el sonido de los instrumentos musicales, encontrarán la Cueca “La consentida”, “El guatón Loyola”, los valses chilotes, el jote, el nguillatún y el tamuré, y bailes típicos por zona. Para los más tranquilos, están las emotivas letras de los Premios Nobel de Literatura, así como también diversas historias, mitos y leyendas. Hallazgos arqueológicos y paleontológicos, lugares que maravillan por su belleza natural, edificios y construcciones, artesanías para admirar, o invitar a jugar en el patio a nuestros hijos(as) replicando la rayuela, el trompo, la payaya, el luche, el emboque…
No olvidemos que la familia es la primera entidad que le permite al niño(a) tempranamente sentirse parte de un grupo, del cual se apropiará de pautas de comportamiento social y cultural que marcarán su identidad. Para los niños(as) será una gran experiencia conocer juntos en familia diferentes contextos, ampliando sus conocimientos y apropiándose de su patrimonio.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.
Fuente: Dirección de Comunicaciones UCM
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