SALUD: CONOZCA CÓMO EVITAR LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS AL DORMIR

¿Se levanta en la mañana con dolores lumbares? ¿El cuello le duele y está de mal humor porque tuvo una mala noche? Para evitar estas molestias debe considerar algunos aspectos a la hora de dormir.

No existe una postura ideal para descansar pues todas ellas tienen pros y contras, explicó Ignacio Sánchez, docente de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Católica del Maule (UCM).

La mayoría de la población duerme de lado y aunque “Es una posición bastante cómoda, nos debemos asegurar de que la almohada mantenga el eje de la columna cervical junto con la región toráxica”, indicó. Es decir, la idea es que el cuello quede alineado con la columna.

“Si la almohada es muy baja, se tiende a doblar mucho el cuello y, en parte de la musculatura, se genera mucha tensión al estar colgando. Por otro lado, si la almohada es muy ancha, pueden generarse contracturas”, puntualizó Sánchez.

Generalmente, al dormir, se adopta una posición fetal y en la que se flexionan la cadera y las articulaciones de las piernas. “En estos casos, se debe colocar una almohadilla entre las rodillas para evitar el roce de los huesos”, recomendó el docente de la UCM.

Cuando no se toma esta precaución, las personas se giran levemente y ponen una rodilla sobre el colchón. Según Sánchez, experto en ergonomía, “esta rotación genera estrechamiento por donde salen los nervios, provoca una tensión a nivel del aparato musculoesquelético y dolores lumbares al despertar, es decir, no se genera un sueño reparador”.

Para quienes descansan boca arriba “se recomienda usar algún tipo de cojín debajo de las rodillas para asegurar el contacto completo de la región de la pelvis sobre la cama y, así, no generar puntos de presión”. Eso sí, se debe tener en cuenta que dormir de esta forma, los ronquidos y la resequedad de la vía respiratoria pueden aparecer.

Y si usted es de los pocos que se acuesta boca abajo, tenga cuidado porque esta es la postura con la que se deben tomar más precauciones. “Si la persona ha ingerido alimentos próximos a la hora del sueño, probablemente pueda tener problemas de reflujo, lo cual no es agradable. Desde el punto de vista postural, necesariamente va a tener que realizar una rotación completa del cuello, lo cual genera un estrés constante a nivel de la columna cervical”, puntualizó el docente.

Aunque, debido a la pandemia, muchos profesionales de la salud que deben hacer largos turnos, utilizan sillas, sillones tipo bergere o camillas para descansar, Sánchez explica que “no son lugares ideales para el descanso porque no se logra un sueño reparador”. Lo ideal es usar un colchón que no acumule líquido de la transpiración y que tenga una superficie regular para que todo el cuerpo tenga contacto con ella y así los músculos puedan relajarse.

Fuente: Dirección de Comunicaciones UCM